¿Te gustaría sorprenderla haciéndole descubrir tu ars amatoria súper fina, pero estás cansado de los juegos previos habituales o vas en busca de ese Punto G fantasma? Entonces estás en el lugar correcto; hay zonas erógenas femeninas que están muy subestimadas, a veces incluso insospechadas, pero que, por otro lado, si se estimulan adecuadamente, pueden darle a tu pareja intensas emociones de placer.
1- orejas
Zona erógena poderosa para ambos, ya sea que se laman o se mordisqueen; pero hay que hacerlo suavemente, primero porque desgarrar el lóbulo de la pareja durante los momentos calientes no es realmente agradable (para el otro) y segundo, no hay que exagerar con la lengua. Tener la sensación de que un caracol sale de las trompas de Eustaquio, no es exactamente el máximo de la libido.
2- la nuca
La nuca es otro aliado precioso para excitarla; para tratar de hacer reactiva esta zona, el hombre debe primero masajear suavemente los hombros de su pareja y luego pasar a una secuencia de besos suaves y seductores, que bajan desde la línea del cabello, a lo largo del cuello: sus sacudidas de placer te harán entender dónde insistir más.
3- el hueco de las rodillas
Parece imposible, pero incluso el área de la piel detrás de las rodillas es una fuente considerable de placer; entonces aprovéchala masajeándola suavemente, para desencadenar un torbellino de fantasías realmente calientes.
4- cuero cabelludo
Siempre se ha considerado una zona erógena básica para el erotismo femenino, ya que masajeando la piel el cuerpo libera la llamada hormona del amor, la oxitocina, un viático valioso para alcanzar el orgasmo. ¿Te has dado cuenta alguna vez de lo satisfechas que están las mujeres durante la fase del lavado de la cabeza en la peluquería? ¿Coincidencias? No lo creo…
5- interior del muslo
Sorprendentemente rico en terminaciones nerviosas, cuando se tocan suavemente con las manos y, por qué no, con los labios son una fuente de excitación inmediata… y desde allí el paso a la sala de juegos justo encima, es muy corto.
6- la nariz
Sí, has leído bien: la nariz. También contiene muchas terminaciones nerviosas, y no es casualidad que los esquimales la froten mientras se besan. En caso de duda es mejor intentarlo, siempre con extrema delicadeza, si reacciona como Meg Ryan en Harry te presento a Sally, va todo viento en popa.
7- el ombligo del mundo
Jovanotti lo cantó, pero nada más cierto para el sexo débil; ¿sabías que el clítoris y el ombligo al nacer se generan a partir del mismo tejido y por lo tanto se relacionan neurológicamente?
Con este indispensable vademécum tendrás la oportunidad de descubrir centímetros de piel que ni remotamente hubieras imaginado que podrían ser valiosos aliados en tu actuación. Ya sabes, cada mujer es un misterio en sí misma y esconde placeres prohibidos donde menos lo pensarías. ¡Depende de ti salir en busca de un tesoro como el nuevo Indiana Jones!
Sé el primero en comentar en «Las magníficas 7 zonas erógenas femeninas insospechadas»